Ecologista

Editorial: La propuesta ecologista ante la crisis

Ecologista nº 60, Primavera 2009

Uno de los focos principales de “salida” de la crisis que nos proponen el Gobierno, los organismos internacionales y los medios de comunicación masivos es que el crédito vuelva a fluir. Que los bancos empiecen a dejar (y crear) dinero a mansalva de nuevo. Para ello el Gobierno está movilizando una ingente cantidad de recursos: 100.000 millones de euros en avales a la banca para que sea una fuente creíble de crédito, hasta 50.000 en liquidez directa a los bancos, comprándoles activos, apertura de nuevas líneas de crédito a empresas a través del ICO... En la Unión Europea, la estrategia es la misma, con la bajada de los tipos de interés, amén de importantísimas “inyecciones de capital” por parte del Banco Central Europeo.

Y se busca que el crédito vuelva a fluir para reactivar el consumo y, en definitiva, el crecimiento. Pero todos y todas sabemos que el crecimiento está inevitablemente asociado a un incremento del consumo de materia y energía y, por lo tanto, a un agravamiento de la crisis social y ambiental en la que vivimos. El problema es que el crecimiento es una premisa básica del capitalismo: si la economía no crece continuamente, el sistema en su conjunto no puede devolver las deudas sobre las que se sostiene, y colapsa. Por eso en la pasada cumbre del G-20 se hacían continuas llamadas a la importancia de recuperar el crecimiento. Por eso Zapatero y Solbes nos impelen continuamente a ello.

Sabemos que es imposible mantener el crecimiento continuo en un planeta limitado y que, por lo tanto, tenemos que transitar hacia otros sistemas económicos que no se basen en esquilmar su base natural.

Para ello, es fundamental que el movimiento ecologista aporte elementos de reflexión al resto de la sociedad. Es fundamental que empuje un cambio de enfoque. Que muestre que el debate no es si se moviliza o no el crédito. Movilizar el crédito, reactivar la economía, no es un bien en sí mismo. Debemos lograr que el debate social se centre en las oportunidades que tenemos a pesar de la crisis que vivimos. En un momento de parón de la maquinaria económica, podemos dirigir mejor su nueva dirección. La movilización ingente de recursos que se está produciendo desde las instancias públicas, debe servir para reorientar la economía hacia otro paradigma que no necesite el crecimiento.

Se trata de centrar los recursos colectivos no en mantener la misma industria automovilística, sino en posibilitar un sistema de movilidad sostenible; no la creación de empleo en la construcción, sino en revitalizar un mundo rural agroecológico; no en apostar por las energías renovables para mantener el crecimiento del consumo, sino para cambiar radicalmente nuestra matriz energética, reduciendo el consumo.

En definitiva, el movimiento ecologista tiene el desafío de proponer al resto de la sociedad que se adentre en la senda del decrecimiento del consumo de materia y energía, restableciendo el equilibrio entre los seres humanos y el medio, y subrayando la equidad entre los pueblos, teniendo en cuenta una premisa esencial para salir del actual atolladero: “menos para vivir mejor”.

Todos los artículos que aparecen en esta web cuentan con la autorización de las empresas editoras de las revistas en que han sido publicados, asumiendo dichas empresas, frente a ARCE, todas las responsabilidades derivadas de cualquier tipo de reclamación