Melómano

Julio movido para la música

Melómano nº 156, Septiembre 2010

El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) no se tomó vacaciones en julio. Muy al contrario, removió los cimientos de algunas de sus principales unidades de producción. En lo que se refiere a la Compañía Nacional de Danza (CND), publicó su nuevo estatuto y convocó el concurso para la nueva dirección artística, lo que deja definitivamente fuera a Nacho Duato. Por otro lado, fueron nombrados los vocales del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música. Y, por último, cuando ya estábamos cerrando estas líneas editoriales, el Director General del INAEM, Félix Palomero, sorprendió a propios y extraños al presentar el nuevo Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), quizás la noticia más próxima al interés de nuestros lectores desde un punto de vista práctico ya que esta nueva unidad de gestión integrará, a partir del próximo 1 de octubre, al Auditorio Nacional de Música, al Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (CDMC) y al Centro de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas. El objetivo principal de Palomero es que la nueva organización permita optimizar recursos humanos y presupuestarios y mejorar  la coordinación y difusión de las actividades.

Decíamos que sorprendió a propios y extraños porque la noticia se había guardado con tal discreción que los respectivos directores del Auditorio Nacional y del CDMC, José Manuel López López y Jorge Fernández Guerra, recibieron la noticia pocas horas antes de su anuncio público en rueda de prensa. La situación era muy diferente para cada uno de ellos. Fernández Guerra lleva diez años al frente del CDMC y ha dejado su sello, que perdurará en la historia de la insigne institución. Su cargo pendía de un hilo desde que empezó a hablarse de la renovación de directivos en las diferentes unidades del INAEM, más por el tiempo acumulado (no tanto como Duato al frente de la CND) que porque nadie pudiera tachar de deficiente su gestión. Por lo que respecta al compositor José Manuel López López, fue el primer directivo en acceder a su cargo mediante un transparente procedimiento de selección, nombrado por el Consejo de la Música tras ser estudiado su proyecto para el Auditorio Nacional. Pero tuvo la mala suerte de ocuparse del nuevo proyecto durante los tres peores años, en lo que a medios económicos se refiere, de nuestra historia reciente. La decisión de convertir al emblemático edificio en una institución con programación propia nunca gozó de los medios oportunos y López tuvo que hacer un uso de la imaginación fuera de lo normal. Su caso resulta aún más controvertido si tenemos en cuenta que su contrato era para cinco años y se le despide al cabo de tan solo tres. Es cierto que se hace en aras de una reconversión interna. Pero también lo es  que de poco sirve la transparencia en la designación si al final un gestor no dispone del tiempo ni de los medios necesarios para desarrollar el proyecto por el que ha resultado seleccionado para el cargo.

El responsable, a partir del 1 de octubre, del nuevo y flamante CNDM es Antonio Moral, gestor musical sobradamente conocido por su larga trayectoria al frente de importantes instituciones musicales; la última, el Teatro Real, desde donde salta directamente a su nuevo cargo. Moral es un auténtico especialista en lo relativo a la música antigua y sin ninguna duda su gestión al frente del Centro de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas será de gran calidad. Respecto al Auditorio Nacional, todo dependerá de los medios de que disponga. El propio Palomero declaró que el objetivo fundamental que pretende alcanzar el INAEM con este nuevo Centro es ordenar la política de fomento y difusión musical que realiza el Instituto, en un contexto de contención del gasto público. En esta línea, se anunció la unificación de los presupuestos y el personal de las tres instituciones en liza. Por último, el CDMC es el pequeño reducto de la Música Contemporánea institucional de nuestro país. Su funcionamiento en los últimos años ha sido de calidad indiscutible, tanto en su programación en el Reina Sofía como en el Festival de Alicante. Es de suponer que Moral se asesorará adecuadamente si quiere mantener la línea y los logros obtenidos hasta ahora. Según pudimos saber, el Festival de Alicante, dependiente hasta ahora del CDMC, tendrá su propio director, bajo la dependencia organizativa y de producción del nuevo CNDM.

Nuestro agradecimiento a los salientes por su labor y nuestra bienvenida a Antonio Moral. No lo va a tener fácil.

 

 

 

 

 

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