Ritmo

Entrevista a Elías Arizcuren. Quince años de un sueño hecho realidad

por Elena Trujillo Hervás

Ritmo nº 775, mayo 2005

El violonchelista Yo-Yo Ma lo definió en una entrevista como “un visionario que ha conseguido algo único”. Se refería al músico y catedrático de origen vasco, pero afincado desde hace años en Amsterdam, Elías Arizcuren quien, tras 20 años de carrera artística como violonchelista y miembro fundador del Trío Mendelssonh, creó con gran esfuerzo e ilusión una agrupación de cámara atípica: el Octeto Ibérico de Violonchelos. Considerado por la crítica internacional como “la revelación de los años 90”, el Octeto Ibérico de Violonchelos cumple quince años con 12 CD's en el mercado y más de 60 estrenos en su haber, tras haberse convertido en uno de los más activos embajadores de la música española contemporánea fuera de nuestras fronteras. Además de sus interesantes versiones del más del centenar de canciones populares españolas y sudamericanas que ha hecho descubrir con deleite al público de los cuatro continentes, Elías Arizcuren –al frente de su Octeto- ha dedicado la mayor parte de sus energías a explorar y ampliar, a través de numerosos encargos, el repertorio musical contemporáneo. Gracias al tesón de este gran “corredor de fondo”, algunos de los más importantes autores del panorama musical contemporáneo -como Xenakis, Donatoni, de Pablo, Denisov, Berio, Bussotti, C.Halffter, Pärt, Boulez, Nobre, Glass, etc- han escrito obras originales para octeto de violonchelos, la mayoría dedicadas a un Octeto Ibérico, que hoy en día exhibe una portentosa madurez y un más espléndido futuro. Este año no sólo va a celebrar su aniversario con una gran gira internacional de conciertos, sino que ante él se abren una serie de interesantes proyectos de los que nos habla su director y fundador, Elías Arizcuren, a lo largo de una distendida entrevista.

¿Cómo nació el Octeto Ibérico de Violonchelos?

Nació en los Cursos de Verano de Gerona porque, en los años 80 y 90, dirigí multitud de cursos en los que hacía trabajar a 15 ó 20 jóvenes intensamente durante 15 días. Se cogían las Bachianas brasileiras , de Villa-Lobos, y sin casi ensayar porque no había tiempo, se hacía un concierto con mucho entusiasmo. Un par de estudiantes míos vinieron a verme e intentaron convencerme de que había habido algo muy especial tocando en octeto. A mí me parecía que habíamos hecho un papel de coro sobrado y nada más. Les dije que no había razón alguna para continuar. Nunca se había hecho algo parecido antes, no había repertorio. Como eran muy serios e insistieron mucho, prometí pensarlo. Yo acababa de terminar 21 años de hermosa carrera con el Trío Mendelssohn, pues nuestro violinista había enfermado gravemente. Pensé que había que terminar un ciclo y en un momento de locura tuve una especie de premonición y vi lo que tenemos ahora: un repertorio propio de más de 60 obras originales escritas para nuestro grupo y la alternativa de unir el octeto de violonchelos y la voz. Interpretaríamos canciones maravillosas de De Falla, Turina, Granados, que conocía porque curiosamente cuando era un joven estudiante de violonchelo, tuve la suerte inmensa de frecuentar como oyente los Cursos de Santiago de Compostela que impartían Conchita Badía y la inovildable Victoria de los Ángeles. Nunca imaginé que 30 años después iba a propagar este repertorio por todo el mundo. Cuando estos chicos me llamaron una semana después, les comenté: vosotros ya me conocéis que soy incapaz de aceptar toda iniciativa que no responda a la más absoluta seriedad y rigor profesional. Con el Octeto partimos de cero. No tenemos historia, como en un cuarteto o un trío, por lo que hay que trabajar muy duro, es decir, 2 ó 3 ensayos por semana, para alcanzar un nivel instrumental increíble porque naturalmente no hay que oír ocho violonchelos, sino violines, violas, contrabajos... Y eso es lo que ha destacado la crítica internacional, que el Octeto Ibérico “posee la perfección del cuarteto de cuerdas y combinan el volúmen de una orquesta de cámara”.

Quince años después de la creación del Octeto, el repertorio ya no es un problema…

Es fruto de un gran trabajo. Para mí es un inmenso orgullo que hoy día haya en nuestra biblioteca y en las bibliotecas del mundo más de 60 obras originales escritas en los últimos 15 años para nuestro Octeto, no sólo por grandes figuras de la composición actual -como C.Halffter, De Pablo, Denisov, Xenakis, Donatony, Glass, etc.- sino también por muchísimos jóvenes compositores de gran talento, que van a ser dentro de 10 ó 20 años muy grandes porque ya son grandes, pero son demasiado jóvenes para tener un nombre dentro del panorama musical internacional. Hace un par de semanas recibí una obra de 10 minutos que nos ha escrito M.Kagel, M otteto . Dentro de un par de semanas voy a Burdeos a firmar el contrato con Gyorgy Kurtag que es un grandísimo maestro, al que es muy difícil de abordar y convencer. Me ha costado 11 años. La primera carta que le escribí a Kagel fue en el 92. Comprendo que los primeros años se plantearan si merecía la pena dedicar varios meses de su vida para componernos algo… Los primeros en abrirme las puertas fueron, Cristóbal Halffter y Luis de Pablo. Por De Pablo, Xenakis me recibió muy amablemente en París. El hecho de que Xenakis y De Pablo escribieran para nosotros convenció a Donatony, y así sucesivamente. Dentro de un mes me voy a París a trabajar con Dutilleux que tiene 89 años... Es un orgullo porque como músico tienes que plantearte siempre qué aportas a la música. Naturalmente, en los primeros años no haces más tocar el repertorio de la forma más brillante posible. Pero, una vez que has pasado 12 años estudiándolo muy intensamente y otros 20 tocándolo, pienso que un músico debe plantearse cuál es su aportación a esta profesión. Con todos los respetos que a mí me merecen grandes artistas que solamente tocan Beethoven, Mozart y Chopin, me parece un poco pobre y unilateral porque, en el fondo, lo que hacen es usar este repertorio para su brillo personal. Sin embargo, cuando un artista por su carisma e inquietud genera repertorio, como es el caso de Rostropovich que ha creado docenas de conciertos y de obras para violonchelo, es digno de admiración; cosa que no hizo Casals que le dio al violonchelo las letras de nobleza, lo convirtió en un instrumento solista, pero Casals no hizo más que tocar los conciertos de Haydn, de Schumann y Elgar… Creo que no he tocado mal el violonchelo; he tocado todo el repertorio y lo he enseñado con mucha pasión a innumerables alumnos. Los discos que hice con el Trío Mendelsshon de Schumann, Dvorak, Smetana…fueron elogiosamente comentados y tuvieron un gran éxito. Ya con el trío empecé a estar muy inquieto por la música contemporánea, pero tal vez no había esta necesidad absoluta como con el Octeto. Unos cuantos lo hicieron… pero si algo me enorgullece es que si dentro de 20 ó de 50 años se habla de Elías Arizcuren será porque en las bibliotecas habrá obras maravillosas para el Octeto de Violonchelos en la que hay una dedicatoria de De Pablo o de Kagel para mí y para el Octeto Ibérico. ¿Qué hubiese ocurrido si hace 100 años hubiese habido un Octeto como el nuestro? Hoy hubiésemos tenido música original de Bartok, de Stravinsky, de Smetana, etc.

¿En qué momento técnico y artístico se encuentra el Octeto Ibérico en la actualidad? Es un momento muy dulce, que implica un trabajo intensísimo y despiadado, pero siempre dentro de la máxima corrección y con el mayor diálogo. Trabajo con los músicos que he escogido no sólo por su nivel instrumental, sino también por su calidad humana. Son instrumentistas de un nivel fantástico que tocan unas obras que han sido escritas para ellos, no las que les ponen en el atril. Tienen sugerencias excelentes e interesantes que acojo con magnífico placer. A veces tengo que decir que no porque mi idea es mejor, pero les explico la razón. El momento es muy dulce porque los que tenían 15 ó 16 años cuando empezó el Octeto, hoy tienen quince años más y han evolucionado, han hecho estudios individuales muy profundos conmigo pero también con otros maestros porque me parece muy limitado trabajar con uno solo. Son profesionales que han ganado premios internacionales, que ya están haciendo una vida profesional muy seria y que tienen un compromiso enorme con el Octeto, pues hay miembros que llevan 13 ó 14 años tocando, que han hecho cientos de conciertos juntos y que han grabado 9 ó 10 CDs, lo que crea una gran complicidad.

A lo largo de este año el Octeto celebra su 15 aniversario con una serie de giras de conciertos, en colaboración con otras grandes figuras, como Teresa Berganza. ¿Cómo surgió la colaboración del Octeto con ella?

Surgió de una forma totalmente barroca. Tocamos en el Auditorio Nacional hará 10 ó 11 años. Un par de días más tarde recibí una nota del agente de Teresa Berganza diciendo que nos había oído y que quería trabajar con nosotros. Como tengo mucho sentido del humor, pensé era una broma. Al cabo de un par de meses recibí una llamada de Teresa Berganza preguntándome: ¿es que no te gusto? Por favor, si usted es uno de mis ídolos desde que tengo uso de razón. Es que te eché los tejos y no has respondido. Pero, si yo creía que era una broma… Pues no. Os he oído y el sonido me encanta y estoy segura de que podemos hacer cosas juntos. Tenía un par de días libres y me fui a Viena con una cartera llena de música y empezamos a hacer proyectos. Seis meses después debutamos juntos en la Gran Sala del Concertgebauw de Amsterdam, con un éxito impresionante en el año 95, y después hemos vivido momentos maravillosos con Teresa, que ha sido muy generosa con nosotros y nos ha hecho una propaganda inmensa… Recuerdo que cuando cantamos Bruselas, al día siguiente, un periódico belga que titulaba: “Berganza, el noveno violonchelo del Octeto”.

Precisamente, Teresa Berganza protagoniza uno de los programas especiales que presenta el Octeto en su 15 aniversario, “Alma española”…

El Octeto no tenía historia… Yo-Yo Ma, en una entrevista dijo una frase que ha recorrido el mundo: “el Octeto Ibérico de Violonchelos no tenía historia, están haciendo historia, y que yo era un visionario que había conseguido algo único”. Llevo 40 años en el norte de Europa, naturalmente he tenido que pagar un tributo muy elevado como músico para que me respeten allí porque nos consideran un poquito ligeros; todavía se tiene la mentalidad de la España del sainete y la pandereta. Desde hace muchos años me he empeñado en mostrar los tesoros musicales que tenemos en España. Y pongo siempre como el lied alemán. Los señores Goethe y Schiller fueron grandes poetas, pero nuestra canción, con textos de Cernuda, Neruda, Borges o García Lorca no le envidia nada. Cuando mostramos nuestro patrimonio fuera de España los teatros se caen. El público me ha llegado a decir que cómo es posible que no hubieran escuchado jamás la obra de Turina, Montsalvatge, Granados… Estamos haciendo una labor de embajadores de la música española y sudamericana porque todo el mundo sabe que el Octeto está radicado en Amsterdam, pero tenemos un componente latino muy fuerte y el 70% de nuestros programas es música española. Para mí es una espinita que el Octeto no esté radicado en España. Por desgracia o por suerte todo lo que he hecho importante ha sido en el extranjero, ya sea mi labor de catedrático, el Trío Mendelssohn, el Octeto, o la escuela de cuartetos de cuerda que he ayudado a crear en Amsterdam, única en el mundo, en la que hay permanentemente media docena de cuartetos inscritos, que reciben dos o tres veces por semana lecciones, y cada mes como hay un gran cuarteto internacional de gira por Holanda, uno de sus músicos imparte unas clases magistrales. A mí no me ha sido posible crear algo parecido en España, donde he dado muchos cursos y he ayudado a muchos jóvenes a perfeccionar el violonchelo…¿Por qué no podía estar el Octeto radicado en Madrid? Por lo menos como español y como latino que ha tenido que vivir fuera –con mucho placer porque Holanda me ofreció una gran tolerancia y un gran nivel artístico en los años 68-69-, intento mostrar nuestra cultura. Y hoy en día, el 70% de nuestros programas son de música española y de ese 70%, el otro 70% es de música española creada por una generación de compositores jóvenes magnífica que nos envidia toda Europa y aquí pienso que nuestros políticos y gestores no tienen ni idea de la calidad que tienen y de cómo deberían apoyarlos. Estoy hablando de Ramón Lazkano, que vive en París; o Gabriel Erkoreka, que vive en londres, o José María Sánchez Verdú, que vive en Berlín, o Jesús Rueda, David del Puerto… Precisamente, este mes de mayo haremos un programa interesantísimo en el Auditorio Nacional, con Pilar Jurado como cantante y compositora. Presentaremos el ciclo de Cinco canciones sobre textos de Cernuda , de Lazkano, y Nigredo , de Del Puerto, que hemos tocado en Barcelona y en otros países y que estrenaremos en Madrid. Este programa se enmarca dentro de “Alma de España”, que incluye tres programas completos diferentes, con obras tradicionales y otras que se proyectan al futuro.

¿Cómo va el programa “Pasión Argentina que está preparando? /p>

Se acaba de estrenar con éxito en Amsterdam e incluye obras de Guastavino, Piazzolla y Ginastera… Con Bernarda Fink vamos a hacer este programa que ha sido un flechazo. Durante unos cuantos años hemos intentado trabajar juntos, pero las agendas no coincidían. Por fin, en septiembre pasado conseguimos encontrarnos para hacer una serie de conciertos en Francia y fue fantástico. A partir de ahora hemos decidido reservar cada año dos periodos de 10 días para hacer 4 ó 5 conciertos, que pensamos llevar al disco. También estoy tratando de retomar el contacto que ya tuvimos con María Bayo… “Pasión Argentina” se tocará varias veces antes del verano y hay toda una serie de conciertos previstos con este programa argentino en octubre y noviembre. Y ya estoy pensando en una continuación.

La idea surgió porque hicimos Brasil, hace 3 ó 4 años, y ha tenido muchísimo éxito, con obras de Villa-Lobos y Marlos Nobre. El pasado verano fue una gozada tener a Marlos entre el público en los conciertos que hicimos en Sao Paulo y Río de Janeiro. Con Marlos tenemos una relación fantástica, nos ha escrito cuatro obras: una instrumental y tres ciclos de canciones, que en total hacen casi una hora de música.

En Estados Unidos están como locos porque el año próximo vamos a hacer, además de los programas de música española, uno titulado ‘América hoy'. Los tres grandes papas de la música americana Philip Glass, Terry Riley y Steve Reich, están componiendo una obra para el Octeto. Y ya estoy pensando en otro programa que continúe el de “Alma de España”, que estará dedicado a otro país iberoamericano.

¿En qué otros proyectos está trabajando? Además de los programas de este 15 aniversario: “Alma de España”, el monográfico Philip Glass, “América hoy” y el de música contemporánea, en agosto hacemos un homenaje a Luis de Pablo en la Quincena de San Sebastián. Ofreceremos dos conciertos, los 25 y 26, y tocamos las dos magníficas obras que nos ha escrito con diez años de intervalo: Ritornello (1993)y Eliason , que es un homenaje a Carmelo Bernaola. Las tocaremos flanqueadas por las de dos jóvenes compositores que reconocen en Luis de Pablo un maestro, que son Gabriel Erkoreka, del que estrenaremos una obra para soprano y octeto, y las Cinco canciones sobre textos de Cernuda , de Lazkano, con Pilar Jurado.

La carrera discográfica del Octeto también ha sido todo un éxito..

He decepcionado a mi casa de discos porque todo el mundo festeja siempre los aniversarios con lanzamientos discográficos y yo he decidido lo contrario. Les pareció muy extraño pero me lo han respetado. Este 2005 no haremos discos, aunque me han atrapado a última hora porque el próximo disco lo grabaremos en diciembre, si bien se editará en 2006. Será la continuación del editado el año pasado “Música Espiritual del S.XXI”, que incluirá obras de Kagel, Berio, Riley, Del Puerto y G.Wenging. Después, grabaremos “Pasión Argentina” que no sé si nos dará tiempo en el 2006. También hemos lanzado un proyecto que está teniendo una acogida enorme por parte de los compositores, que es Octeto de violonchelos y coro de cámara. Sería un coro de cámara de 12 voces de tal manera que cada dos voces tenga su violonchelo. Nos están escribiendo ya una docena de autores y el estreno de la primera tanda queremos hacerlo en primavera de 2006. Como vamos a México en octubre de 2005, al Festival Cervantino de Guanajaco, donde ya tocamos el pasado año, nos han pedido si podíamos estrenar ya la obra del mexicano Mario Lavista y lo vamos a hacer. Tocaremos un programa de música instrumental con De Pablo, Sánchez Verdú que sonarán junto con dos obras con coro de cámara de Lavista e Ivan Moody, que es un excelente compositor inglés. Colaborarán con nosotros 12 voces muy escogidas del Coro de Valencia. La idea es que hagamos después una serie de conciertos en la Comunidad Valenciana en primavera. También estoy en contacto con José Ramón Encinar para hacer un programa con el Coro de la Comunidad en otoño de 2006. En 2008 grabaremos un disco dedicado a dos grandes maestros G.Kurtag y J. Harvey, que será de octeto de violonchelos y electrónica. El hijo de Kurtag es un excelente compositor de música electrónica y con un ordenador haremos conciertos con él. Tanto Harvey como Kurtag ya han firmado un contrato para darnos una obra en 2007, que estrenaremos en 2008.

También queremos hacer ópera de cámara. Tenemos proyectos muy serios con Jesús Rueda, con Sánchez Verdú y con otros compositores para dentro de 2 ó 3 años. Hablaríamos del Octeto, un reducidísimo coro de 8 ó 12 voces, un par de voces protagonistas y quien sabe si técnicas audiovisules… A mi me encantaría hacer una obra para marionetas de tamaño natural porque me encantan, un poco como Ravel en L'enfant et les sortilèges … Me gustaría muchísimo tener en repertorio media docena de óperas de cámara... Pero, hay que atar muchos cabos. A ver si me dejan marcharme a pescar a Denia porque ya llevo 15 años y no quiero pasarme otros 15. Acabo de firmar un contrato por el que permaneceré en mi puesto cuatro años más. Después, ya veremos porque tenemos muchas más ambiciones que medios económicos… En el fondo, hay que ser muy generoso como es Holanda para que a un músico español, con un grupo radicado en holanda pero que hace fundamentalmente música española, darle un sello de calidad y una subvención estable, insuficiente, pero sin la cual no podríamos subsistir. También tenemos ayuda del Ministerio de Cultura español. Mi propósito es que si me marcho dentro de 5 ó 6 años del Octeto Ibérico quede perfectamente institucionalizado, con unas infraestructuras. Quién sabe si algún día puedo institucionalizarlo en España.

Todos los artículos que aparecen en esta web cuentan con la autorización de las empresas editoras de las revistas en que han sido publicados, asumiendo dichas empresas, frente a ARCE, todas las responsabilidades derivadas de cualquier tipo de reclamación